El pie es una de las partes del cuerpo más importantes. Gracias a la forma de nuestros pies nos mantenemos erguidos y nos desplazamos con total libertad. Sin embargo, pocas veces profundizamos en la arquitectura del pie. Los pies tienen una estructura compleja, a menudo comparada con la de un arco de medio punto. ¿Sabes por qué? Te lo explicamos.
Los tres arcos de los pies
El arco de medio punto es un arco que, apoyado sobre sus dos extremos, toma la forma de media circunferencia. Muchos podólogos comparan el pie con este tipo de puente por su fino equilibrio.
Como sabes, el pie no es plano sino que en su estructura identificamos tres arcos. Estos arcos permiten que la carga del cuerpo que soportan los pies se reparta uniformemente.
- Arco interno. Recorre la cara interna del pie y es el más largo y alto. Es considerado el más importante de los tres, tanto desde el punto de vista estático como dinámico. Es el único visible clínicamente. Este arco comprende cinco huesos:
- primer metatarsiano,
- primera cuña,
- escafoides tarsal (el hueso clave para la formación de la bóveda plantar, la zona de los pies que se observa con forma curva),
- astrágalo (se encarga de distribuir a través de la bóveda los impulsos provenientes de la pierna),
- calcáneo, que descansa sobre el suelo por su extremo posterior.
- Arco externo. Es más rígido que el arco interno y recorre la cara externa del pie. Está separado del suelo a una distancia de entre 3 y 5 mm. Está formado por tres huesos: el quinto metatarsiano, el cuboides y el calcáneo.
- Arco anterior o transverso. Tiene como puntos de apoyo las cabezas del primer y quinto metatarsiano. Las cabezas de los otros tres metatarsianos no tienen contacto con el suelo. La ‘clave de bóveda’ está en la segunda cabeza.
Patologías según la arquitectura del pie
Existen algunas patologías que aparecen asociadas a la arquitectura del pie y que deben ser tratadas por un podólogo. Entre las más habituales están las siguientes.
- Pie cavo o arqueado. Cuando los arcos de la bóveda plantar están aumentados. Un pie cavo puede derivar en dedos en garra. El mejor tratamiento consiste en el uso de una plantilla a medida que reparta de manera homogénea la carga del pie.
- Pies planos. Un pie plano tiene la bóveda plantar más baja. Esta patología provoca a menudo dolor en la parte interna del pie. El tratamiento dependerá de si es un pie plano flexible, semiflexible o rígido, lo cual se diagnostica a través de un estudio biomecánico.
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